martes, 15 de octubre de 2013

The Dark Side of the Moon, un antes y un después.

  Charlando con amigos músicos, surgió la idea de preguntarnos cual es el verdadero alcance que tuvo el disco The Dark Side of the Moon, de Pink Floyd, y empezaron las discrepancias.   Para algunos es la irreverencia de las letras, y la profundidad de los conceptos que quiere transmitir, para otros (dentro de los cuales me incluyo) simplemente la música y su excelentísima combinación de efectos, y las técnicas de grabación a través de las cuales vio la luz. 
  Opinión más y opinión menos, hay algo que es irrefutable: The Drak Side of the Moon es EL disco que marcó un antes y un después en la historia del Rock & Roll.
  Ellos no necesitaban mas que eso para sentirse motivados, después de todo era el tipo de efecto que querían lograr. 
  La banda tenía fama de ser de “carácter difícil”, debido a la gruesa capa de ideología que recubría a todos sus temas, debido a eso nunca tuvieron un éxito estruendoso, nunca hubo una “floydmanína”, pero sus canciones se mantenían durante largo tiempo en los charts, inclusive mas que las que alcanzaban algún N° 1. 
  El disco fue el noveno que sacó la banda, y eso hablaba muy bien de ellos, ya que a la época de The Dark Side of the Moon, ya eran veteranos rockeros que siempre habían vivido de la música y que a las discográficas siempre les hacían ganar algo de dinero, por eso seguían vigentes y nadie se atrevía a contradecirlos en nada. 
  Para mí, la grandeza del disco radica (además de su enorme carga ideológica) de la manera en que se utilizaron todos los efectos sonoros. 
  El productor fue Chris Thomas, el ingeniero en sonido, Alan Parsons y entre ellos dos se las ingeniaron para plasmar de forma exquisita todo lo que los Floyd les decían que querían. Se comentaba en ese entonces que el verdadero aporte del baterista Nick Mason fue la recolección de sonidos no convencionales, como los latidos del corazón humano y la caja registradora junto a la caída de las monedas de Money, el tic tac de Time lo capturó Parsons en una tienda de antigüedades para probar las virtudes del sonido cuadrafónico. Mientras el tecladista Rick Wright sacaba de su Hammond toda la experimentación psicodélica posible vino la frutilla del postre, la voz del portero de Abbey Road diciendo “ No hay un lado oscuro de la luna, en realidad; la verdad es que toda ella es oscura”. 
  La tecnología de los estudios de grabación tuvo mucho que ver en el disco, Roger Waters dijo que tuvieron suerte de grabar en los estudios de Abbey Road, porque estaban a la vanguardia de todo lo nuevo en ingeniería en sonido, sobre todo el tratamiento del eco, y los stereos. 
  Justamente esos sonidos que van de acá para allá, que se pasan de una oreja a otra, los ecos interminables conjugados con sonidos no convencionales hacen de The Dark Side of the Moon un disco único. Mi impresión cuando lo escuche fue de ver que todo lo que pasa alrededor de uno, Pink Floyd lo transformó en música, todo es música, la vida es música!!!, simplemente genios. 
  Quizás, en la primera escucha, y debido a esa psicodélica mezcla de sonidos el disco parezca tener un efecto medio “drogón” (hay que tener en cuenta que se hizo a principios de los 70’ con todo lo que pasaba en el mundo en aquella época), nada mas alejado de la realidad, dicho por el propio productor “Si los Floyd hubieran tenido tan solo un gramo de drogas en su cuerpo, con el nivel de tecnicismo que exigía el disco, no hubieran podido tocar ni una nota”. 
  Muchos comentan (y adhiero a esa teoría) que el éxito de The Dark Side of the Moon, como el de toda la obra de Pink Floyd en general fue lo mismo que produjo su separación en 1985, la tensión Roger Waters – David Gilmour. El primero tratando de plasmar en donde podía cargas ideológicas, el segundo intentando darle mas lirismo a la banda través de sus exquisitos solos de guitarra. El primero componiendo mas, el segundo arreglando mas. 
  Esa tensión se plasma de forma excepcional en los discos The Dark Side of the Moon y en The Wall, pero como dirían muchos, desde que comenzó se sabía que habría un final. 
  Otra genialidad que hizo único al disco fue su tapa, diseñada por el artista gráfico Storm Thorgerson (amigo y viejo compañero de la escuela de artes de Roger Waters) el cual viajó hasta Egipto para fotografiar las pirámides de Giza (de noche y con luna llena), para luego entregarle a la banda seis bocetos de tapa, unánimemente los miembros de la banda eligieron al instante la que todos conocemos. 
  El disco salió a la venta en Marzo de 1973, y su recibimiento fue igual que aquellas actuaciones en vivo pre grabación: Desconcierto por parte del público, pero aprobación. El disco no hizo mas que seguir con la línea en la cual venía situándose la banda, pero a una escala gigantesca. 
 Ejemplo de esto es que nunca alcanzó a ser N° 1 en del Reino Unido, pero se mantuvo en los charts de EEUU durante 300 semanas, es más, en los charts de Billboard estuvo durante 700 semanas!!!. Sencillamente todos se sentían identificados con él, desde Hippies hasta Darks, oficinistas, deportistas o músicos. 
  Waters explicó que el disco habla de todo lo que el ser humano se pregunta una vez terminada la adolescencia, ¿que nos separa de los animales?, ¿somos realmente justos con el prójimo?, ¿somos y después existimos o al revés? ¿Hasta que grado nos condicionan los poderosos?, como dije antes, todas esas preguntas se convirtieron en hermosa música. 
  El éxito del disco se fue dando muy de a poco, Waters contó que recién cayó en la cuenta de que era un suceso cuando vio que otros discos simplemente pasaban de moda y The Dark Side of the Moon seguía vendido copias, llegando hasta la actualidad a mas de 40 millones. 
A continuación, los temas del disco:
1- Speak to Me
2- Breathe 3- On the Run
4- Time
5- The Great Gig in the Sky
6- Money
7- Us and Them
8- Any Colour You Like9- Brain Damage
10- Eclipse 







 





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